DILEMAS MORALES
1 – El campo de concentración.
Formas parte de un grupo de prisioneros es un campo de concentración. Un guardia en extremo sádico se dispone a llevar a la horca a tu hijo que intentó escapar y desea que seas tú quien quite la silla que lo mantiene con vida. Te dice que si no quitas esa silla, le quitará la vida no solo a tu hijo, sino también a alguna otra persona inocente del grupo. No queda la menor duda de que cumplirá su amenaza. ¿Qué harías?
2 – Correo basura.
Eres el administrador de redes de una empresa grande. Tienes una familia muy joven y necesitas el trabajo para sostenerla. Como parte de tus responsabilidades en la administración de la red se encuentra monitorear los correos electrónicos de la empresa. Generalmente esto se traduce en corregir algunos correos de miembros del equipo que van a parar accidentalmente a la carpeta de SPAM.
Un día recibes una solicitud de un miembro del equipo que pide le liberes un e-mail. Generalmente es un procedimiento estándar, excepto que en esta ocasión la solicitud viene de la esposa de uno de tus mejores amigos. Reconoces el nombre en la solicitud y rápidamente intentas resolver el problema.
Como parte del procedimiento tienes que abrir el correo y certificarte de que realmente no se trate de SPAM. Entonces descubres que se trata de un e-mail de la esposa de tu amigo dirigido a su amante. Verificas el resto del e-mail y no te queda duda de que tiene una aventura desde hace bastante tiempo.
Liberas el e-mail pero no sabes que hacer. Tu reacción inicial es llamar a tu amigo y contarle sobre el e-mail. Sin embargo, rápidamente recuerdas que la política de la empresa es muy rigurosa en cuanto a revelar el contenido del correo electrónico confidencial a empleados, independientemente del contenido y, a menos que la vida de alguien esté en peligro inmediato, bajo ninguna circunstancia se te permite revelar información.
En todo caso, sabes que revelar esta información representa un riesgo enorme, ya que incluso si no lo haces directamente hay muchas posibilidades de que se unan los puntos hasta llegar a ti. Sin embargo, al no revelar la información estarías permitiendo que la esposa de tu mejor amigo lo siga engañando. ¿Qué harías?
3 – La mujer embarazada.
Una mujer embazada que encabeza a un grupo de personas en una cueva situada en la costa se ha quedado atascada en la boca de la cueva. En poco tiempo la marea subirá cubriendo al grupo entero, excepto si la mujer logra zafarse. De esta forma todos morirán ahogados, menos la mujer que está con la cabeza por fuera de la cueva. Afortunadamente (o desafortunadamente), alguien tiene un cartucho de dinamita. No hay otra forma de liberar a la mujer embarazada más que haciendo estalla la dinamita que inevitablemente terminará matándola. Pero si no la usan, todo el grupo morirá. ¿Qué harías?
4 – La mula.
Imagina que estás de vacaciones en Bali con tu esposa e hijo de 16 años. Han estado allá desde hace una semana y ya se preparan para regresar. Están a punto de subir al avión cuando un policía se aproxima con un perro rastreador. Te preocupas pues sabes que tu hijo tiene la costumbre de fumar marihuana a escondidas, pero no crees que sea tan idiota como para llevarla a un aeropuerto.
Te das cuenta del nerviosismo de tu hijo con cada paso que da el policía. El perro indica que hay algo sospechoso en la maleta de tu retoño. El policía solicita que abras el equipaje. Tu esposa y tú palidecen al darse cuenta que hay una pequeña bolsa de marihuana en la maleta del adolescente que lleva tu sangre. Entonces recuerdan que están en Bali, donde existe una política de tolerancia cero contra el tráfico de drogas, por lo que tu hijo puede ser condenado a cadena perpetua o, lo que sería peor, a muerte. El policía entonces pregunta de quién es la maleta. Por el rabillo del ojo ves un movimiento tímido de tu esposa lista para decir que es de ella. ¿Qué harías?
5 – Un loco y una bomba.
Eres un policía y acabas de capturar a un demente acusado de colocar bombas en sitios públicos. Sus crímenes ya han causado la muerte de cientos de inocentes. Sin embargo, antes de que lo atraparas, ya había dejado una bomba en un sitio que se niega a revelar. Tu compañero sugiere que lo torturen para que hable.
Pero el sujeto es un loco que jamás hablaría bajo ningún tipo de dolor físico, simplemente por el placer que le produce ver a las personas morir. Entonces tu compañero ofrece una segunda sugerencia, el punto débil del loco… su esposa. La única forma de hacer que el hombre hable es torturar a su esposa frente a él. La mujer no tiene ni idea de que su esposo es un asesino. Así que la única forma de salvar cientos de vidas inocentes sería torturando a una mujer inocente. ¿Qué harías?
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